dilluns, de febrer 12

EL SECRETO DE LA SIRENA

Por la noche, en el puerto nos movíamos sigilosamente como gatos, hasta llegar al velero Santa Eulàlia.

Los dos marineros dormidos no se enteraron de como los dejamos en tierra y quitando los amarres de popa y levantando anclas, nos fuimos navegando en silencio mar adentro.

Cuando estuvimos en las coordenadas secretas en algún lugar del inmenso océano...
-ATENCIÓN, silencio, hemos llegado.

El sonido del mar y el tiritar de dientes de mi esbirro se enmudeció con dos delfines saltando alrededor nuestro.
Entonces empecé.
-Mar sabio!
-Estoy aquí con este pailebote centenario, 100 años después de la promesa de la sirena.
-Muéstrate sirena y cumple tu palabra y dame el tesoro.

-Aquí estoy!-dijo una sirena con un cofre en la mano.
-Gracias sirena, adiós.

Me senté delante del timón y al abrir el cofre, una montaña de monedas de oro salieron por toda la cubierta mientras cantaba y bailaba.

Charles Darwin

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Comenta